Lefándome en su culito

COMPARTIR:

Todavía sentía el sabor agrio de la corrida del runner en la garganta . Que se hubiese lecheado en apenas un par de minutos me había dejad...

Todavía sentía el sabor agrio de la corrida del runner en la garganta. Que se hubiese lecheado en apenas un par de minutos me había dejado con ganas de más, de mucho más, aunque por otro lado había sido muy morboso que no pudiera aguantarse las ganas de correrse en mi boca.

Incapaz de quitarme el sabor salado de su rabo sudado y la imagen de sus grandes pelotas depiladas, mi fiera volvía a estar dispuesta a tener otro orgasmo.

A pesar de haber sido él quien me propuso repetir, la visita de la policía había conseguido que volviera a su estado de timidez absoluta, y creyéndose que de verdad calentábamos para reanudar el ejercicio, se mantuvo metido en el papel de runner profesional durante un rato.

   — Vente.


Sonrió, excitado pero dubitativo.


   — ¿Aquí?

   — ¡Claro!

Volvió la vista hacia atrás, comprobando por enésima vez que estábamos solos.


   — ¿Y si vienen?

   — No vendrán.

Inseguro, retomó sus comprobaciones pertinentes, pero mi mano ya estaba sobre su paquete, buscando sus pelotas.

Inconscientemente estaba mordisqueándome los labios, ardiendo en deseos de saborear su polla con calma, mientras el runner gemía excitado, mirando para mi mano, para mi cara, para los alrededores.

   — ¡Vamos, ven!


Lo conduje hasta el mismísimo faro, donde minutos antes habíamos disfrutado de unas buenas mamadas.


Tímido, mi presa seguía tímido.


Lo apoyé en el faro y metí la mano en busca de su rabo, pero sobre todo, de sus pelotas. ¡Joder, pesaban! Debían estar cargaditas de lefa, lefa que deseaba que expulsara aunque todavía no había decidido dónde. 


Mientras le meneaba la polla lentamente el bailoteo de sus pelotas me gritaron que las lamiera, pero cuando intenté acuclillarme y continuar por donde lo habíamos dejado, mi presa me detuvo.


   — Espera, tío.

   — ¿Qué?—dije sin parar de menearle el rabo.
   — ¡Joder! ¡Para!
   — ¿Por qué, qué pasa?
   — Tío que me voy a correr.
   — ¿Ya?
   — Joder tío, me estás poniendo mucho y…

Dejé de masturbarlo para acariciar sus pelotas. 


   — Mi novia nunca me la chupa y me estás poniendo muy cerdo.

   — ¿Nunca te la come?
   — ¡Qué va! Hacía dos años que no me la comían.
   — ¿En serio? ¡Joder!
   — No le gusta chuparla… No follamos mucho. Estoy desentrenado—dijo avergonzado—. ¿Tú follas mucho o qué?
   — Más o menos—contesté.
   — ¡Joder, qué suerte! ¿Lo has probado por detrás?

Mi mano se deslizó por sus pelotas en busca de su agujerito. El runner se estremecía excitado con cada uno de mis movimientos. Que estuviera sexualmente tan abandonado me la estaba poniendo dura, muy dura.


   — ¡Claro! ¿Y tú?—pregunté imaginando su respuesta.

   — ¡Qué va! Solo he tenido dos novias y ninguna se ha dejado.
   — ¡Joder, macho! ¿Y te la han metido?
   — ¡Qué va! ¡Qué dices! Nunca he estado con un tío.

Sus palabras me pusieron tan cachondo que le habría dado la vuelta, abierto sus nalgas, y perforado con mi rabo hasta petarle el culo de leche.


   — ¿Te molaría o qué?

   — ¿El…el qué?—dijo visiblemente nervioso.
   — Follarte un culo.
   — ¡Joder, claro!

Sabía que mi eyaculador precoz no duraría un asalto si le ponía el culo. Pero qué cojones, estaba muy cachondo, y la idea de ser el primer culo que se follara me ponía a mil.

Me escupí en la mano y pasé las babas por su polla. Ya me habría gustado lubricarlo directamente con la boca.

   — ¡Hazlo! ¡Fóllame el culo!

   — ¿Qu…qu…qué? ¿En serio? 

Me di la vuelta y dejé mi culito al aire. Sus manos buscaron mi cintura mientras su rabo buscaba mi culo. Entonces intentó embestirme, pero todavía no me la había clavado.

Ayudando a mi virgen e inexperto runner, decidí echarle una mano abriéndome yo mismo las nalgas, y su rabo, su rabo ahora alcazaba mi agujerito y entraba con cierta dificultad.

¡Joder, era un puto novato!


Tuve que agarrar su rabo y dirigirlo hasta mi agujerito. Luego, con dos embestidas, su polla ya estaba dentro de mí. Y con tres más, ya estaba petándome el culo con su leche.

Como un puto cerdo, el runner no paraba de expulsar leche. Su lefa salía disparada de mi culo, deslizándose por mis muslos a toda prisa. Sí, el puto eyaculador precoz me ponía muy cachondo.

Pringado de lefa, y sin nada con lo que poder limpiarme, tuve que subirme las bermudas y rezar para que las manchas no fueran visibles. Pero tenía ganas de comerme sus huevos, darle un buen repaso a su sable largo y delgado, y lo hice, acuclillándome ante su polla todavía en erección y con restos de leche, y se la chupé, dejándola limpia y empalmada. También lamí sus pelotas, eran las más grandes y gordas que había visto nunca.


   — ¡Tío, me encantas!
dijo excitado, muy excitado.
   — Y tú a mí. Date la vuelta.
   — ¿Qu…qu…qué? 
   — Te voy a hacer mío.
   — Pero… pero tío, ¡la tienes muy grande! ¿Estás loco?
   — Tranquilo, solo meteré la puntita. Te gustará.

Y mi runner cachondo cedió.


Su culito, insinuante y voluminoso, ahora estaba a mi disposición.


Deseaba meterle mis 22.5 cm hasta el fondo y embestirlo con fuerza, pero no podía, tenía que cumplir mi promesa y meterle solo la punta. Es una inversión para cuando quieres repetir, y yo quería. Quería volver a comerme esas pelotas, quería que su aguante fuera a más y poder disfrutar de su sable dentro de mi culo.


Despacio, después de escupirme la punta del rabo, la puse entre sus nalgas y la introduje apenas un centímetro.


El runner gritó.


   — ¡Para, tío! ¡Para!

   — ¡No! Tranquilo. 

Tenía las nalgas tan grandes que, abriéndolas de par en par, coloqué mi rabo en medio, con la punta cerca de su prieto agujero. Luego presioné sus nalgas con mi polla dentro, y empecé a follármelo fuerte, muy fuerte, sin que mi rabo se introdujera apenas dentro de su culo.

Pero no hacía falta, sus nalgotas me permitían disfrutar como nunca, y así, presionándolas contra mi polla, lo embestí una y otra vez, una y otra vez, sintiendo cómo mi rabo entraba casi un centímetro en su culo.

¡Joder! ¡Era muy excitante! 


Tanto que, cuando me corrí entre sus nalgas, usé mi lefa como lubricante para darle un par de buenas embestidas, atravesando esta vez su prieto culo unos cuantos centímetros más. Oh sí, ahora sí que le había metido poco más de la punta del rabo lecheado.


Y dejando mi polla dentro, quieta y silenciosa, aproveché para llevar la mano hasta su rabo y meneárselo con fuerza. Cuando sentí que se iba a correr lo embestí una y otra vez, una y otra vez. Mientras su polla expulsaba lefa por tercera vez, mi rabo quedaba paralizado en las profundidades de su culito.


   — Qué cabrón—dijo—. ¿Y ahora qué?—refiriéndose a mi leche recorriendo sus nalgas.

   — ¿Te gustó?
   — Mucho.

Volvimos al agua. Yo me lancé para limpiarme. Él se quitó las mallas, las deportivas, y acuclillándose, se quitó mi lefa con el mar. Luego nos fuimos del faro caminando, y quedamos, quedamos en vernos de nuevo.


Cuando llegué a casa y encendí el móvil, la llamada perdida que más me sorprendió fue la de David.


¡David!


David me había llamado.

  • [message]
    • ##check## ¡ADVERTENCIA!
      • Aunque son independientes, los relatos se complementan. ¡No te pierdas ninguno!

COMENTARIOS

BLOGGER: 6
Loading...

Nombre

|RELATOS|,79,69,1,acampada,1,anonimo,1,arabe,17,ascensor,2,baños públicos,14,bareback,8,BDSM,2,Blogger,1,cacaneo,1,cibercita,1,colegas,2,coño,1,corrida,2,corrida precoz,2,corridas,5,cruising,21,culo prieto,7,David,14,desvirgando,1,discoteca gay,2,doble penetracion,4,dunas de maspalomas,2,Facebook,1,fiesta,1,follando borrachos,1,gimnasio,1,guiri,1,hetero,3,hetero con novia,2,italiano,3,jacuzzi,1,jóvenes,2,Khaled,3,lapos,1,leche,3,lefas,10,macarra,2,maestro,1,mamada,6,mamadas,6,morbazo,4,morbo,5,orgía,2,pajote,1,pajote en público,1,pajotes,2,Pillado,2,playa,1,playa nudista,3,pollón venoso,1,preñadas,15,primera vez,2,rabo venoso,7,runner,1,Samuel,4,sauna,1,secuestro,1,sexo,5,sexo anal,1,sexo duro,5,sexo entre primos,1,sexo heterosexual,3,trio,6,Twitter,1,vecino,2,virgen,1,
ltr
item
El Diario Sexual de James: Lefándome en su culito
Lefándome en su culito
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRLQmJ7MdpEp_7z5Ew5aoGn22XyXx3WDwDpvnbFCBGXCuEFrnWUDJ1dN0RVnqn6Op1EghlA3UPCZxfdVqktLlq64_O5nywhxRi5c6CvXR_QmR-klwRIy1UFEVaTg1qgd73hAcL9dUicjY/s320/web.jpg
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRLQmJ7MdpEp_7z5Ew5aoGn22XyXx3WDwDpvnbFCBGXCuEFrnWUDJ1dN0RVnqn6Op1EghlA3UPCZxfdVqktLlq64_O5nywhxRi5c6CvXR_QmR-klwRIy1UFEVaTg1qgd73hAcL9dUicjY/s72-c/web.jpg
El Diario Sexual de James
http://eldiariosexualdejames.blogspot.com/2016/09/lefandome-en-su-culito.html
http://eldiariosexualdejames.blogspot.com/
http://eldiariosexualdejames.blogspot.com/
http://eldiariosexualdejames.blogspot.com/2016/09/lefandome-en-su-culito.html
true
2034321977831019154
UTF-8
Cargar todas las entradas No se ha encontrado ninguna entrada VER TODO Seguir leyendo Responder Cancelar la respuesta Borrar Por Inicio PÁGINAS PUBLICACIONES Ver todo RECOMENDADO PARA TI ETIQUETA ARCHIVO BUSCAR TODAS LAS PUBLICACIONES No se ha encontrado ninguna entrada con lo que buscabas Volver al inicio Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Dom Lun Mar Mié Jue Vie Sáb Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Ene Feb Mar Abr Mayo Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ahora mismo hace 1 minuto $$1$$ minutes ago hace 1 hora $$1$$ hours ago Ayer $$1$$ days ago $$1$$ weeks ago Hace más de 5 semanas Seguidores Seguir ESTE CONTENIDO ES PREMIUM Por favor, compártelo para desbloquearlo Copiar todo el código Seleccionar todo el código Todo el código fue copiado a tu portapapeles Si no puedes copiar el código/texto, presiona [CTRL]+[C] (o CMD+C si usas Mac) para copiar